miércoles, 18 de mayo de 2011

El fundamentalismo de la imagen en la sociedad del espectáculo

"El fundamentalismo de la imagen en la sociedad del espectáculo" de Jose Ignacio Aguaded, Ramón Ignacio Correa y Ramón Tirado profesores de la Universidad de Huelva nos acerca a temas relacionados con el totalitarismo, el poder de la imagen, el control de los medios de comunicación y el poder y control de la iglesia.

El artículo se divide en cinco partes:

1. Del aquí y el ahora hasta la ubicuidad intemporal del ciberespacio: fragmentos del estado de la cuestión.

El primer punto nos acerca a la realidad intemporal. Rompemos las barreras del tiempo y del espacio estando todos comunicados con todos en cualquier momento. El ciberespacio es un nuevo "no-lugar" como lo llamó Marc Augé (1998) donde las comunicaciones se trasforman y se adaptan a los nuevos medios. Como reflejan en el artículo "el ser y estar en cualquier parte sin ataduras". El mundo es cada vez más una gran paradoja. A medida que avanzan las tecnologías y que Internet y el ciberespacio nos ofrecen nuevas maneras de comunicarnos y estar más unidos, las diferencias sociales cada vez son mayores. Las desigualdades sociales son notables y la brecha digital y social está siendo cada vez más patente.


"La información y la comunicación son dos de las tecnoutopías legitimadoras de la sociedad contemporánea. Para ambas, Internet ha resultado ser la piedra filosofal que los alquimistas de la Edad Media buscaban con tanto ahínco y afán. Y sobre ellas, se da como una constante el uso masivo de imágenes, desde los frescos de las punturas rupestres hasta la inmaterialidad de las imágenes virtuales".


2. El poder de la imagen o la imagen del poder: el ejemplo de la Iglesia.


En otros trabajos (Correa, 1995 y 2001) definen la imagen "como una «estructura perceptiva generada desde la realidad objetual (imagen reproducida), desde la realidad virtual (imagen creada) o desde las funciones cerebrales (realidad subjetiva) que, basándose en la experiencia personal, está dotada de una significación análoga a lo que esa estructura perceptiva denota".


La imagen es utilizada por la autoridad dominante para dominar a las masas. Con las imágenes se educa y se trasmiten ciertos valores y comportamientos a la Sociedad. La Iglesia es un ejemplo de lo que han hecho con las imágenes. Han creado y han dotado de significado a ciertas imágenes y símbolos para poder así inculcar ideas y dominar a la Sociedad durante siglos.

3. Totalitarismos y democracias: hacia la fabricación del consenso a través de la imagen.

Vivimos en una Sociedad hedonista del espectáculo. Consumimos miles de imágenes a diario. Sin embargo, más que estar comunicados o ser partícipes de algo, estamos siendo manipulados. Controlados. Nos convierte en robots y nos hacen actuar, pensar, comportarnos y ser cómo los que tienen el poder quieren. Quieren que pensemos hacia un único sentido para que así nos tengan controlados y sus vidas sean más fáciles. Les interesa que la sociedad de masas sea un "rebaño" que dirigir y controlar.


"Inculcar y defender el orden económico, social y político de los grupos privilegiados que dominan el estado y la sociedad en general», ése era para Chomsky y Hermann (1990), el verdadero papel de los medios". "Llegados a este punto, es fácil comprender cómo las democracias pueden convertirse en sutiles totalitarismos, sobre todo cuando se usa, no sólo con nocturnidad y alevosía, sino también explícitamente, mecanismos propagandísticos para conservar los privilegios de ciertos sectores sociales frente a una sociedad ciertamente «mesmerizada»" (Correa, 2001).

4. Video, ergo sum


"Si la imagen es utilizada para la fabricación del consenso (en sus dos dimensiones, totalitaria y democrática), también presenta una característica singular en nuestros días: la tendencia hacia la espectacularidad" (Cebrián Herreros, 1988). Por lo tanto, vivimos en la sociedad del espectáculo. Se hace uso de las imágenes y sobretodo de lo inédito y lo "nunca visto" para conseguir arrastrar a las masas. Las imágenes no están dirigidas al raciocinio de las personas. Las imágenes son afectivas, impactantes y se aproximan a los sentimientos afectivos de las personas. Son emotivas y "distorsionan" la realidad para hacer que las personas se impliquen.

Ramonet (1998) defiende dos estrategias básicas de las industrias de la información: son el mimetismo mediático y la hiper-emoción. La primera busca cubrir la información con imágenes lo más rápido posible y en directo. La urgencia de los medios por ser los primeros e informar, prácticamente sin comprobar la información. Por otro lado, la segunda parte habla de lo que comentaba anteriormente. Las imágenes se centran en las emociones de las personas. Ofrecen mensajes sensacionalistas y con mucho morbo. Es así como logran captar a las audiencias y dirigirlas hacia el camino que ellos quieran. 

5. 11 de Septiembre de 2001: viaje a la hiperrealidad.

El último punto hace referencia a los atentados del 11S en Estados Unidos. "Aquel día del 11 de Septiembre de 2001, sin embargo, las imágenes de televisión no tuvieron que esforzarse demasiado para conseguir el efecto de «realidad espectacular». La puesta en escena de la Historia en directo provocó la muerte súbita del zapping en todas las televisiones del planeta porque estábamos siendo testigos oculares de un acontecimiento mediático sin precedentes".

Las imágenes difundidas en todos los medios de comunicación valían más que mil palabras. No se necesitaba decir mucho más para ver el terror. Pero en este caso, también vemos reflejado el hecho de vivir en una Sociedad del Espectáculo y utilizar las imágenes con fines emotivos y sensacionalistas. Si bien es cierto que las imágenes eran muy impactantes y crueles, los medios las utilizaron y aún hoy se siguen utilizando con el objetivo de reedirigir a la masa hacia un determinado camino y unos determinados valores.


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